La respuesta tal vez esté en adoptar estructuras más livianas y eficientes, que permitan reducir los costos. “Se ha leído mucho en la prensa sobre la recuperación de las aerolíneas, pero poco de lo que pasará con los aeropuertos” sostiene académica de la USM.
La caída de la industria aeronáutica de un 95% en abril pasado tiene ribetes dramáticos. El golpe de la pandemia Covid-19 ha afectado a la industria aeronáutica de una manera que no tenía precedentes. “Se ha leído mucho en la prensa sobre la recuperación de las aerolíneas, pero poco de lo que pasará con los aeropuertos que han sido impactados fuertemente por esta baja en el volumen del tráfico”, comenta Anamaria Arpea, jefa de carrera de Ingeniería en Aviación Comercial de la USM.
Según el Secretario General de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), Martín Mackenna, ha habido un quiebre en la tendencia de crecimiento y estima una reducción acumulada de un 40%. A nivel mundial, los números no son muy alentadores, las cifras de la última semana de marzo indican una disminución de un 55%.
Las concesionarias afirman que una recuperación que permita volver a los niveles de 2019 no es cercana y se espera que recién en 2022 puedan volver a tener un crecimiento.
De acuerdo a Anamaria Arpea, “todas las medidas que se han tomado y que se deberán adoptar en el futuro, para poder volver a operar con la ‘normalidad’ que conocíamos, significarán costos adicionales de los que probablemente tendrán que hacerse cargo, en parte las concesionarias y en parte las líneas aéreas”.
“Tendrán que contar con los elementos de seguridad para todo el personal y algo más para los pasajeros, en pro de entregar una imagen de seguridad que permita al usuario volver a utilizar este medio de transporte”, asegura.
Un lento despegue
Por primera vez en su historia, esta importante industria del transporte se ve afectada tan fuertemente. Otro evento del que se puede obtener experiencia fue lo ocurrido con las Torres Gemelas en 2001, ante el cual, según IATA, la industria tardó cinco años en recuperarse.
Lo que se espera post pandemia, según el CEO de Delta, Ed Bastian, es una recuperación lenta y que, una vez que se contenga la pandemia habrá que esperar entre dos a tres años para retomar la normalidad. Algo parecido le hemos escuchado al CEO de LATAM, Roberto Alvo, que habla de una recuperación lenta que podría durar de dos a tres años.
“El gran desafío para la industria será cómo reinventarse para enfrentar un despegue lento, inicialmente, con pocas personas deseosas de volar, con controles más estrictos en los terminales, entre otros. La respuesta tal vez está en adoptar estructuras mas livianas y eficientes, que permitan reducir los costos, al mismo tiempo, que se hacen más flexibles”, explica la profesora Arpea.
“No tengo dudas de que esta crisis se superará como se ha hecho antes, ya que las personas seguirán trasladándose por vía aérea, lo mismo que la carga llegará a los mercados con oportunidad”, finaliza.